viernes, 23 de abril de 2010

El atlas de los estereotipos


El mito de occidente y sus estereotipos

Esta semana santa he hecho un viaje a lo largo de Europa. A lo largo de la otra Europa, totalmente desconocida para mi. La Europa ex comunista, la de los Balcanes, la de los alfabetos cirílicos, religiones ortodoxas, trenes antiguos...

Al decir los países que había recorrido, la gente me miraba raro, se extrañaba. En realidad, yo también cuando pienso en Europa, la asocio a Alemania y su motor económico, a Inglaterra y su parlamento, a Francia y su ilustración, a los países nórdicos y su desarrollo...Nunca me paro a pensar en Eslovenia, Serbia, Hungría Rumania, Bulgaria, incluso Turquia, "a caballo entre oriente y occidente".

A alguno de estos países todavía no ha llegado el turismo masivo y es el momento de visitarlos, ya que se interesan mucho por ti y descubres también sus estereotipos. En mi caso, a ellos también les extrañaba mucho la idea de que yo fuera "española" siendo alta y con los ojos claros. La idea que tenían fijado en la cabeza no era esa.

Como tampoco mi idea se correspondia con la Eslovenia que he conocido, mucho más desarrollada de la que me esperaba. No hubiera pensado que en Rumania había gente tan preparada, ni que en Bulgaria hubiese una vida nocturna tan animada. Y es que para eso estan los estereotipos para romperlos. Tendemos a generalizarlo todo, y más en el caso de las naciones y culturas.

Viajar y abrir la mente significa superar el atlas de los estereotipos.

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