domingo, 7 de marzo de 2010

Banksy y el arte del graffiti


El arte es una concepción. Delante de él, nuestra actitud cambia. Quizás haya más poesía en un atardecer pero al observar un cuadro nos quedamos inmóviles, como si quisiéramos captar y que nos embriague todo el “arte” que contiene.

No ocurre lo mismo con el arte callejero. Generalmente nos movemos entre ellos con absoluta parsimonia. Hay en ellos un tinte subversivo; se hacen clandestinamente, en espacios no habilitados para este fin y en muchas ocasiones privados. Por ello, ante estos grafitos que inundan nuestras ciudades las opiniones son diversas, no todo el mundo los considera arte y hay quienes los califican como simples gamberradas.

He visto una Barcelona de día, he visto también una Barcelona de noche cuando todos los comercios cierran sus persianas y emerge toda esta cultura popular de los graffiti callejeros. A muchos de ellos les enoja muchísimo tener que estar peleando con las “guerrillas” del spray. Pintar y borrar suele ser el modus operandi de este conflicto.

Pero nos movemos en un mundo de contradicciones, tanto que el mismo que se queja porque le han pintado la fachada de su tienda dentro, tiene un póster de Banksy y es que como en todos los movimientos, hay algunos artistas más mediáticos y el fenómeno de esta grafitero ingles es interesante de conocer y analizar.

Según la Wikipedia, “Banksy es el seudónimo de un prolífico artista del graffiti británico”. Todo lo que rodea a este artista esta rodeado de misterio. Se desconoce hasta su identidad, llegando a especular mucho acerca del asunto y es que, aunque se trata del grafitero más famoso del mundo aún sigue siendo anónimo.

Su trabajo, en su gran mayoría lo componen piezas con una critica ante los valores capitalistas y las visiones que dan los grandes grupos de medios de comunicación.

Pero he aquí la paradoja mientras los mensajes de Banksy son antisistema luego sus obras se venden por una cantidad de dinero importante y ha trabajado para importantes galerías y multinacionales. Y esto no sienta bien a todo el mundo.

En mi opinión, es un artista en medida que nos hace pensar. La sátira de sus imágenes es impresionante, nos avergüenza, saca a la palestra el doble pensamiento de nuestra cultura. Personalmente resumiría esta aproximación al grafitero ingles con una frase que leí, sobre él:

Es Robin Hood al revés: pinta para los pobres, pero le compran los rico”

No hay comentarios:

Publicar un comentario